Nunca me importa dónde capturo mis fotografías, ya que la imaginación puede transportarme a lugares mágicos e increíbles. Quizás esta serie pueda parecer artificial o fuera de lugar en el mundo de la fotografía de naturaleza, pero a través del visor de mi cámara, la naturaleza se veía representada. Eran paisajes de cal y plástico, donde los elementos tenían una expresividad propia: montañas y valles nevados, árboles desafiando el duro invierno y raíces ancladas sobre la nieve. Sin duda, un mundo imaginario cobró vida en el proceso creativo de esta serie fotográfica que realicé en la cubierta de mi invernadero en Almería.