El impresionismo es un movimiento pictórico del siglo XIX que rompió con el realismo académico dominante en ese momento. En la actualidad, sus obras son ampliamente admiradas en museos de todo el mundo, lo cual resulta paradójico si consideramos que en su época fueron rechazadas por el "salón de los rechazados".
Existe un vínculo común entre los fotógrafos de naturaleza y los impresionistas, ya que ambos trabajamos al aire libre en busca de capturar la esencia máxima del color y la luz. En ocasiones, siento que estoy pintando la naturaleza a través de mi cámara, tratando de reinventar lo que ya está representado. Experimento principalmente con diferentes técnicas de movimiento de cámara, distorsiones en el agua, el uso de vaselina o desenfoques, con el objetivo de emular el trazo impresionista de los grandes maestros. Así, logro impregnar mis imágenes con pinceladas, puntos y difuminados que las visten de la estética pictórica.